Tras el regreso de vacaciones la "multinacional" FICOSA no pudo esperar ni a septiembre para comenzar a dilapidar cualquier esperanza de mejora en su maltrecha relación empresa-trabajador, anunciando justo el día 30 y a última hora de la mañana, que debido a un retraso "puntual" con un cliente no podía hacer frente a las nóminas del mes de Agosto de los 1200 trabajadores de Viladecavalls-Rubi, y los 600 de Soria, teniéndolas que atrasar por lo menos hasta el día 6.
Lo primero que hay que reprochar a esta empresa es la poca preocupación que muestra de cara a sus empleados, avisándoles solo un día antes de final de mes, sin dar prácticamente tiempo a que se puedan organizar cada uno sus pagos de final de mes.
Es destacable que una "multinacional" como aparenta ser FICOSA no sea capaz de pagar sus nóminas por el sólo hecho de que se retrase un cliente, es bastante preocupante que las cuentas de la empresa se sostengan sobre hilos tan finos.
Para dar una respuesta todos los comités de la planta de Viladecavalls convocamos reunión de urgencia para buscar una respuesta rápida y contundente.
Ese mismo día 30 algunas secciones sindicales decidieron encerrarse en la sala de RRHH hasta que se encontrase una solución y la empresa pagara las nóminas. Cabe destacar que es la primera vez que algunos sindicalistas deciden por fin pasar a la acción sindical, aunque encerrarse en RRHH no sea más que un acto simbólico, e hilando fino de cara a la galería, ya que en momentos mucho peores cómo fue el Ere de Extinción o cuando salió a la luz la trama corrupta que supuestamente se creó en torno a la salida de Sony de Viladecavalls, no se hizo ninguna clase de ruido.
Pese a lo simbólico del acto la totalidad del resto de comités de la planta decidió sumarse. También se decidió convocar asambleas a los trabajadores para explicar lo que se estaba haciendo y se decidió bloquear la salida y entrada de material en horas clave, comenzando ese mismo día parando la circulación de 11:30 a 13:00. Se comunicó mediante nota informativa al resto de trabajadores y por lo tanto a la empresa de que estas movilizaciones continuarían de forma aleatoria durante el tiempo necesario hasta que se hiciera efectivo el pago de la nóminas.
Finalmente las presiones hicieron efecto y la empresa cedió a dialogar llegándose al acuerdo de pagar el 10% de cada día de retraso.
Esperamos que este incremento en los gastos por parte de la empresa garanticen una mejor organización de cara al futuro a la hora de avisar y tener informados puntualmente a sus trabajadores de las dificultades que puedan acontecer en el futuro así como que impidan que vuelva a suceder algo parecido.
